[Capítulo II: Bienestar y distribución del Ingreso] Desarrollo y equidad: España frente a América Latina en la segunda mitad del siglo XX
[http://www.iigov.org/dhial/?p=4_02]
César Yáñez
Doctor en Historia y Profesor de Historia Económica en la Universitat de Barcelona Investigador en el IIG
Una senda histórica común
Desde el siglo XVIII hasta mediados del siglo XX, España compartió con América Latina una senda histórica común en lo que hace a su desarrollo económico. La interpretación neoinstitucional del atraso económico, sugiere que a América Latina se trasladó un conjunto de normas sociales y económicas originarias en las potencias colonizadores ibéricas que impidieron que los mecanismos de mercado se instalaran allí con la misma eficacia que en las colonias británicas.
España y Portugal, entonces, trasladaron a sus colonias americanas su acerbo cultural, su idioma, su religión y sus creencias, e instauraron un sistema colonial que reproducía el sello de fábrica de sus instituciones. En los términos que Landes plantea ese trasvase institucional, en el simulacro de sociedad ibérica implantada en América, faltaban las habilidades, la curiosidad, las iniciativas y los intereses cívicos que los colonos ingleses habían llevado a América del Norte:
"La propia España se había quedado rezagada a este respecto, debido a su homogeneidad cultural y a su docilidad, a su prosperidad y a su interés por las futilidades, defectos que exportó a ultramar. No podía ser de otro modo –escribe Landes-. Los españoles que llegaron al Nuevo Mundo no estaban allí para romper los moldes. Querían enriquecerse, sobornando a los encargados para obtener encomiendas y trabajo: unos pocos años en las colonias serían suficientes. El camino a la riqueza no pasaba por el trabajo, sino por la prevaricación y el (des) gobierno." (Landes, 1999: 290)
El régimen colonial español y portugués es el resultado de esas ambiciones personales desmedidas, dispuestas a conseguir en unos pocos años lo que en sus pueblos de origen no se conseguía sino al cabo de muchas generaciones. América era el botín, en forma de metales preciosos, tierras y trabajo indígena servil, donde no había objetivos de mediano y largo plazo, y donde las consecuencias de lo obrado –si estaba premiado con riqueza-, jamás pasaría cuentas. El marco institucional importado por América en el siglo XVI, llevado allí por un puñado de soldados licenciados de las campañas contra los árabes, dio lugar a un sistema de gobierno y a una manera de hacer riqueza en la que estuvo ausente casi del todo el imperio de ley. El adelantado y su hueste, en nombre del Rey actuaban en provecho propio y reunían en la misma persona la autoridad y el interés.
El "pecado original" del régimen colonial ibérico consistió en su incapacidad para hacer la distinción entre las reglas del juego y los jugadores, constituyéndose desde entonces un sistema institucional con fuertes constricciones para el funcionamiento de los mercados y la aplicación de la ley por encima de los intereses particulares.
La persistencia del atraso económico y la desigualdad social
Hasta mediados del siglo XX, España todavía compartía con los países de América Latina los rasgos de una economía y una sociedad atrasada. El nivel del producto interior bruto por habitante de España en 1950 estaba por debajo del de Argentina, Venezuela y Chile, y se comparaba con México, Perú o Brasil. En términos sociales, la tasa de analfabetismo de adultos de 1965, índice de Desarrollo Humano de 1960, como el índice de Gini de distribución de la renta también ponen de manifiesto ese parecido de España con América Latina...
...Desde 1974 en adelante, España ha conseguido crecer y mejorar la equidad de su economía, reduciendo su índice de Gini de 0,46 en 1974 a los 0,34 de mediados de la década de los noventa. Mientras que en América Latina la iniquidad no se ha conseguido reducir, y por el contrario se ha ampliado, incluso en periodo de crecimiento económico. España que en la década de 1960 tenía una distribución de la renta peor, más desigual, que Argentina, Costa Rica y Uruguay, consiguió en coto tiempo ponerse por debajo de todos ellos en la década de los años ochenta, resultado del incremento en la equidad social de su economía, mientras en América Latina ocurría el proceso inverso...
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Posted by Alberdi & Urquiza to Capítulo II: Bienestar y distribución del Ingreso at 7/27/2004 05:08:00 PM
César Yáñez
Doctor en Historia y Profesor de Historia Económica en la Universitat de Barcelona Investigador en el IIG
Una senda histórica común
Desde el siglo XVIII hasta mediados del siglo XX, España compartió con América Latina una senda histórica común en lo que hace a su desarrollo económico. La interpretación neoinstitucional del atraso económico, sugiere que a América Latina se trasladó un conjunto de normas sociales y económicas originarias en las potencias colonizadores ibéricas que impidieron que los mecanismos de mercado se instalaran allí con la misma eficacia que en las colonias británicas.
España y Portugal, entonces, trasladaron a sus colonias americanas su acerbo cultural, su idioma, su religión y sus creencias, e instauraron un sistema colonial que reproducía el sello de fábrica de sus instituciones. En los términos que Landes plantea ese trasvase institucional, en el simulacro de sociedad ibérica implantada en América, faltaban las habilidades, la curiosidad, las iniciativas y los intereses cívicos que los colonos ingleses habían llevado a América del Norte:
"La propia España se había quedado rezagada a este respecto, debido a su homogeneidad cultural y a su docilidad, a su prosperidad y a su interés por las futilidades, defectos que exportó a ultramar. No podía ser de otro modo –escribe Landes-. Los españoles que llegaron al Nuevo Mundo no estaban allí para romper los moldes. Querían enriquecerse, sobornando a los encargados para obtener encomiendas y trabajo: unos pocos años en las colonias serían suficientes. El camino a la riqueza no pasaba por el trabajo, sino por la prevaricación y el (des) gobierno." (Landes, 1999: 290)
El régimen colonial español y portugués es el resultado de esas ambiciones personales desmedidas, dispuestas a conseguir en unos pocos años lo que en sus pueblos de origen no se conseguía sino al cabo de muchas generaciones. América era el botín, en forma de metales preciosos, tierras y trabajo indígena servil, donde no había objetivos de mediano y largo plazo, y donde las consecuencias de lo obrado –si estaba premiado con riqueza-, jamás pasaría cuentas. El marco institucional importado por América en el siglo XVI, llevado allí por un puñado de soldados licenciados de las campañas contra los árabes, dio lugar a un sistema de gobierno y a una manera de hacer riqueza en la que estuvo ausente casi del todo el imperio de ley. El adelantado y su hueste, en nombre del Rey actuaban en provecho propio y reunían en la misma persona la autoridad y el interés.
El "pecado original" del régimen colonial ibérico consistió en su incapacidad para hacer la distinción entre las reglas del juego y los jugadores, constituyéndose desde entonces un sistema institucional con fuertes constricciones para el funcionamiento de los mercados y la aplicación de la ley por encima de los intereses particulares.
La persistencia del atraso económico y la desigualdad social
Hasta mediados del siglo XX, España todavía compartía con los países de América Latina los rasgos de una economía y una sociedad atrasada. El nivel del producto interior bruto por habitante de España en 1950 estaba por debajo del de Argentina, Venezuela y Chile, y se comparaba con México, Perú o Brasil. En términos sociales, la tasa de analfabetismo de adultos de 1965, índice de Desarrollo Humano de 1960, como el índice de Gini de distribución de la renta también ponen de manifiesto ese parecido de España con América Latina...
...Desde 1974 en adelante, España ha conseguido crecer y mejorar la equidad de su economía, reduciendo su índice de Gini de 0,46 en 1974 a los 0,34 de mediados de la década de los noventa. Mientras que en América Latina la iniquidad no se ha conseguido reducir, y por el contrario se ha ampliado, incluso en periodo de crecimiento económico. España que en la década de 1960 tenía una distribución de la renta peor, más desigual, que Argentina, Costa Rica y Uruguay, consiguió en coto tiempo ponerse por debajo de todos ellos en la década de los años ochenta, resultado del incremento en la equidad social de su economía, mientras en América Latina ocurría el proceso inverso...
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