diciembre 21, 2003

[Capítulo VII: Pensando la Argentina Eficiente] FIEL. Una Política Económica para la Década

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FIEL - Una Política Económica para la Década
Síntesis presentada en la reunión anual de ABA

Introducción
La década del 90 significó para la economía argentina el comienzo de una nueva era y el fin de una larga historia caracterizada por grandes desequilibrios macroeconómicos, fuertes desincentivos a la inversión privada, deterioro constante en los indicadores de bienestar, aislamiento internacional y una amplia participación del Estado en la economía.
El verdadero cambio estructural encarado en esos años con un conjunto de políticas tendientes a terminar con la inflación, reinsertar a la Argentina en el escenario internacional, generar las reglas adecuadas para una asignación de recursos predominantemente determinada por el mercado y reducir la participación del Estado en la provisión directa de bienes y servicios permitió revertir la decadencia y presentar un crecimiento sostenido del PIB per cápita, con estabilidad monetaria y fuerte crecimiento de la inversión privada.
Sin embargo, en parte por factores externos, pero fundamentalmente por no haber encarado el proceso de reformas como un todo indivisible y simultáneo, la década pasada también presenta aspectos negativos que se deben corregir. Insolvencia fiscal de largo plazo que pone en dudas todo el esquema de reformas al generar una alta inestabilidad en las reglas de recaudación y gasto del Estado; alta tasa de desempleo derivada de regulaciones arcaicas en el mercado de trabajo y costos laborales elevados y de la ampliación de la brecha entre poseedores de alto capital humano
y quienes no tienen acceso a servicios educativos de calidad; deterioro constante de los bienes públicos, en especial los vinculados con el gasto social y la inversión en infraestructura. Una inserción internacional tímida y con reglas cambiantes y un marco regulatorio que, si bien muestra avances gigantescos respecto del pasado, todavía presenta elementos negativos y contradictorios con la construcción de una economía de mercado moderna.
Se impone, entonces, completar las reformas faltantes y corregir errores de las ya realizadas, para lo cual no sólo se necesita revitalizar la agenda interrumpida hacia finales de los 90, sino, además, adaptar dicha agenda al cambiante contexto regional e internacional en el que nuestro país se desenvuelve.

El presente estudio, entonces, tiene por objeto, precisamente, sugerir los lineamientos de una agenda de política económica para la nueva década que plantea para la Argentina el desafío de encarar las reformas pendientes y consolidar el efecto de las ya realizadas, de manera de retomar un crecimiento sostenido acompañado de una mejora de la situación absoluta y relativa de los sectores más vulnerables de la sociedad.
El trabajo, una síntesis del cual se presenta en este documento, está organizado de la siguiente manera:

Los primeros capítulos resumen los elementos correspondientes a la política monetaria y financiera. Se discute luego la política fiscal, tanto en los aspectos vinculados con la reforma del Estado y la reforma administrativa, como en aquéllos que se relacionan con los ingresos públicos y la relación Nación - Provincias.

Luego se describen los aspectos relevantes de una política comercial externa en el marco del nuevo regionalismo abierto que parece caracterizará esta década. Se pasa luego a evaluar aspectos regulatorios tanto en el mercado de bienes y servicios como en el de trabajo. Se presentan después los lineamientos de una privatización del Banco de la Nación Argentina como ejemplo de las privatizaciones pendientes.
Los últimos capítulos, finalmente, sintetizan propuestas tendientes a mejorar la organización de la educación y la calidad del gasto social como pilares básicos, la primera para una mejora en la distribución del ingreso de largo plazo y el segundo para paliar situaciones difíciles durante la transición hacia la consolidación de una economía de mercado en crecimiento sostenido y con mejoras sustanciales en la calidad de vida de la población.

Los autores de los documentos a partir de los cuales se extractan las breves síntesis que se presentan a continuación, son los siguientes:

Capítulo 1. El sistema monetario Eduardo Levy-Yeyati
Capítulo 2. El sistema financiero y su regulación prudencial Nicolás Dujovne y Pablo Guidotti
Capítulo 3. La reforma administrativa del sector público María Echart y Manuel Solanet
Capítulo 4. El sistema impositivo argentino y la relación nación-provincias Daniel Artana, Cynthia Moskovits, Oscar Libonatti y Mario Salinardi
Capítulo 5. La política comercial Marcela Cristini, Isidro Soloaga y Abel Viglione
Capítulo 6. Regulación de los servicios públicos y Defensa de la competencia Santiago Urbiztondo
Capítulo 7. Desregulaciones pendientes en jurisdicciones provinciales Marcelo Garriga
Capítulo 8. Las regulaciones del mercado de trabajo Juan Luis Bour y Nuria Susmel
Capítulo 9. Privatización del Banco Nación Gustavo Kippes y Raúl Palacio
Capítulo 10. El sistema de previsión social y su administración Juan Luis Bour y Nuria Susmel
Capítulo 11. La organización de la educación María Echart
Capítulo 12. PAMI (INSSJyP) Gustavo Kippes
Capítulo 13. El gasto social: salud, programas sociales, y FONAVI Marcela Cristini, Leonardo Gasparini, Mónica Panadeiros,y Nuria Susmel

La Introducción y Conclusiones estuvieron a cargo de Enrique Szewach. La coordinación general del trabajo estuvo a cargo de los economistas jefes de FIEL, Daniel Artana, Juan Luis Bour y Fernando Navajas. La edición del presente documento estuvo a cargo de Enrique Szewach.



Conclusiones
Hasta aquí se han presentado, sintéticamente, los elementos centrales de una política económica para la década. Los lineamientos básicos de esta propuesta giran alrededor de la necesidad de completar las reformas estructurales comenzadas a principios de la década pasada en el entendimiento de que más allá de la influencia de shocks externos de amplitud e intensidad inesperados, ocurridos sobre los finales de los años 90, gran parte de los problemas de fondo que hoy enfrenta la economía argentina derivan de las reformas no instrumentadas, y no son consecuencia de aquéllas políticas que sí se pusieron en práctica.
El contraste entre la experiencia argentina de los ochenta y de los noventa y la exitosa perfomance de aquellos países que, con diversos grados de desarrollo, condiciones iniciales y contextos políticos y sociales instrumentaron reformas integrales y simultáneas como las que aquí se proponen, permiten ratificar ampliamente los supuestos implícitos en todo proceso de reforma amplia: los países en donde se aplica integralmente una economía de mercado presentan no sólo un crecimiento sostenido de su producto per cápita, más allá de las fluctuaciones propias del ciclo económico, sino que, además, sus indicadores de bienestar relativo también muestran tendencias favorables.

La propuesta de política económica para la década de FIEL contiene los siguientes aspectos centrales:
• Apertura de la economía como guía para toda negociación de inserción internacional en el marco de un regionalismo abierto.
• Reforma del Estado, reforma administrativa y reforma tributaria, incluyendo el demorado replanteo de la relación Nación- Provincias, que permitan el equilibrio fiscal, un uso eficiente de los recursos públicos, y el establecimiento de un sistema amplio de premios y castigos, que incluye lograr la mayor equidad horizontal por eliminación de privilegios.
• Mantenimiento de la Ley de Convertibilidad.
• Utilización plena del mercado como instrumento para asignar recursos: desregulación y regulación eficiente tanto en los mercados de bienes y servicios como en los correspondientes a los factores de la producción.
• Focalización del gasto social, de manera de llegar mejor a los sectores más vulnerables de la población y a aquéllos que no puedan recibir plenamente, en el corto plazo, los beneficios de las reformas estructurales.
• Cambios fundamentales en la organización de la educación, clave para una adecuada
formación de recursos humanos y eje central de la mejora de la distribución del ingreso en el largo plazo.
• Completar el proceso de privatizaciones.

Resulta imperioso destacar, una vez más, la necesidad de instrumentar simultáneamente las distintas propuestas enunciadas. Los costos de reformas parciales han sido pagados muy caros en los años pasados y son esos mismos costos los que introducen, a su vez, dudas sobre la viabilidad política de las reformas, por un lado, o sobre su irreversibilidad, por el otro. Ambos tipos de incertidumbre conspiran contra el éxito del programa.

Las primeras, aquéllas vinculadas a cuestiones políticas, ponen sobre la mesa de discusión las condiciones institucionales que se requieren para llevar a cabo transformaciones que sacuden tan violentamente el status-quo. Si bien no es materia de esta síntesis expedirse al respecto, es interesante advertir que la experiencia internacional es positiva, en el sentido de presentar varios casos en donde en contextos democráticos muy amplios, los líderes políticos y los dirigentes en
general respaldaron este tipo de programas, aún cuando los mismos en un principio pudieran percibirse como altamente costosos por una parte importante de la sociedad.

El segundo tipo de incertidumbre, derivada de la percepción de que las políticas instrumentadas pueden revertirse en el mediano plazo, incorpora costos adicionales porque al interferir en el mecanismo de toma de decisiones por parte del sector privado, hace mucho más costosa la
transición y aleja en el tiempo resultados que, de otra manera, se percibirían más rápidamente y, por ende, retroalimentarían un exitoso camino hacia el resultado esperado. La simultaneidad e integralidad de las propuestas aparece, entonces, no sólo como un requisito de tipo económico, sino como una condición política que transmite el respaldo a cambios, a priori conflictivos, de una masa crítica de la sociedad y que, al dar el mensaje de irreversibilidad, acelera los beneficios
de dichas reformas.
La simultaneidad de las reformas permite además “controlar” su evolución y corregir desvíos,dado que obliga a todos los protagonistas de las reformas a trabajar al mismo ritmo y pone en evidencia clara a los sectores que no se desenvuelven con la celeridad y/o eficiencia requeridas.
Es importante, en ese sentido poder “medir” los resultados de los pasos dados y advertir fallas de instrumentación a tiempo.

En síntesis, el camino óptimo para superar los actuales problemas de la economía argentina surge de retomar las políticas de reforma económica amplia, interrumpidas a mediados de la década del 90. Tanto el material teórico, como los resultados obtenidos por otros países de distinto grado de desarrollo relativo avalan esta propuesta. Los elevados costos del no hacer que se perciben hoy indican, además, la imperiosidad de que estas reformas se encaren de manera urgente, integral y
completa.
La Argentina pudo salir de una situación muy grave a principios de los 90 y demostrar su capacidad de alcanzar tasas de crecimiento impensadas para nuestro país. Ese antecedente debería ser más que suficiente para alentarnos a recorrer el camino aquí descripto, aún bajo la percepción inicial de que habrá que superar conflictos importantes. Los elevados costos que los sectores más débiles de nuestra sociedad están hoy padeciendo por la interrupción y reversión de algunas de las reformas encaradas en su momento deberían ser elementos a considerar por la dirigencia
política, para impulsar la adopción clara y definitiva de un capitalismo moderno como modelo de crecimiento y progreso.


Leer síntesis en formato PDF
(Gracias www.respublica.org.ar por distribuir la síntesis por internet!). El documento completo son 2 tomos de 1.000 páginas en total.

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Posted by Alberdi & Urquiza to Capítulo VII: Pensando la Argentina Eficiente at 8/21/2003 03:53:00 PM
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