[Capítulo I: El derrumbe de la Argentina] Como la Argentina aniquiló a su Clase Media
Es desgraciado que muchos se hallan dado cuenta con posterioridad, de las consecuencias del default desordenado, la pesificación y devaluación.!!
Como la Argentina aniquiló a su Clase Media, por María del Carmen Bourdin (en INFOBAE)
Relatar la manera en que un país fabrica pobres es siempre un ejercicio ingrato y complejo, pero necesario a la hora de revisar las responsabilidades de los gobiernos y tomar decisiones a futuro. En nuestro país, al compás de sucesivas crisis causadas porque los gobiernos de turno gastaban mucho más de lo que recaudaban, la clase media que, a mediados del siglo XX abarcaba un 75% de la población, se redujo a un modesto grupo social que actualmente incluye a no más del 40% de los argentinos, según las últimas mediciones del Indec.
El proceso que empobreció a la clase media es de larga data. Desde los años de Juan Domingo Perón, el Estado siempre gastó más de lo que recaudó y “maquilló” la pobreza con el incremento del gasto en asistencia social. A lo largo de la historia la “fiesta” de los políticos se financió de diferentes maneras. Durante los años ’80 fue con emisión monetaria, desencadenando los episodios hiperinflacionarios que en 1989 y 1990 afectaron dramáticamente los ingresos de la clase media.
La estabilidad de precios y la caída de la inflación de los ’90 dio un respiro, permitiéndole a la clase media recuperar niveles de consumo razonables y acceder al crédito. Pero paralelamente creció el desempleo y, en el último tramo de la década, la economía entró en recesión. Mientras tanto, el gasto público se incrementaba y era financiado por el endeudamiento del Estado.
Pero las medidas económicas del gobierno de Eduardo Duhalde dieron el golpe de gracia. Después de décadas de despilfarro estatal había que hacer un ajuste del gasto público y fue instrumentado con la devaluación que mejoró las cuentas del Gobierno, pero devaluó los salarios de los argentinos. Y otra vez el golpe se sintió en los bolsillos de la gente. Según un estudio de la consultora Equis, durante el período de convertibilidad el PBI per cápita era de u$s7.300 anuales: luego de la devaluación se redujo a u$s1.860.
La caída de 11% de la economía, el deterioro de los ingresos, el aumento del precio de la canasta de alimentos y el incremento del desempleo conformaron un cóctel explosivo que en el 2002 convirtió a la Argentina en el país que generó un tercio de los nuevos pobres de Latinoamérica. Para esa época, los argentinos que por décadas integraron la clase media ya se visualizaban a sí mismos como “nuevos pobres” o “pobres coyunturales”, en oposición a los “pobres estructurales” que son aquellos que siempre lo fueron. Estos nuevos pobres podían ser encontrados liderando asambleas barriales o integrando ferias del trueque para sobrevivir.
Y aunque el escenario no tiene hoy el nivel de dramatismo de los dos años anteriores no deja de ser complejo para la clase media, sobre todo por el desempleo que no cede. De hecho, de los 364.000 empleos nuevos que se crearon entre octubre del 2002 y mayo del 2003, sólo 290.000 fueron empleos genuinos; el resto provino de los planes Jefas y Jefes de Hogar. Tampoco parecen buenas las perspectivas a largo plazo. Si se mantienen los índices de desempleo y a ello se suma que los trabajadores con ingresos fijos sufrirían una reducción de su poder de compra debido a la mayor inflación esperada para el 2004, no sería aventurado decir que a la clase media le tocará otra vez la peor parte.
Tengamos en cuenta que el bienestar de la clase media depende más del crecimiento o el deterioro de la economía del país que de las políticas estatales de asistencia social, que en general le sirven más a los pobres estructurales.
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Posted by Alberdi & Urquiza to Capítulo I: El derrumbe de la Argentina at 10/02/2003 06:05:00 PM
Como la Argentina aniquiló a su Clase Media, por María del Carmen Bourdin (en INFOBAE)
Relatar la manera en que un país fabrica pobres es siempre un ejercicio ingrato y complejo, pero necesario a la hora de revisar las responsabilidades de los gobiernos y tomar decisiones a futuro. En nuestro país, al compás de sucesivas crisis causadas porque los gobiernos de turno gastaban mucho más de lo que recaudaban, la clase media que, a mediados del siglo XX abarcaba un 75% de la población, se redujo a un modesto grupo social que actualmente incluye a no más del 40% de los argentinos, según las últimas mediciones del Indec.
El proceso que empobreció a la clase media es de larga data. Desde los años de Juan Domingo Perón, el Estado siempre gastó más de lo que recaudó y “maquilló” la pobreza con el incremento del gasto en asistencia social. A lo largo de la historia la “fiesta” de los políticos se financió de diferentes maneras. Durante los años ’80 fue con emisión monetaria, desencadenando los episodios hiperinflacionarios que en 1989 y 1990 afectaron dramáticamente los ingresos de la clase media.
La estabilidad de precios y la caída de la inflación de los ’90 dio un respiro, permitiéndole a la clase media recuperar niveles de consumo razonables y acceder al crédito. Pero paralelamente creció el desempleo y, en el último tramo de la década, la economía entró en recesión. Mientras tanto, el gasto público se incrementaba y era financiado por el endeudamiento del Estado.
Pero las medidas económicas del gobierno de Eduardo Duhalde dieron el golpe de gracia. Después de décadas de despilfarro estatal había que hacer un ajuste del gasto público y fue instrumentado con la devaluación que mejoró las cuentas del Gobierno, pero devaluó los salarios de los argentinos. Y otra vez el golpe se sintió en los bolsillos de la gente. Según un estudio de la consultora Equis, durante el período de convertibilidad el PBI per cápita era de u$s7.300 anuales: luego de la devaluación se redujo a u$s1.860.
La caída de 11% de la economía, el deterioro de los ingresos, el aumento del precio de la canasta de alimentos y el incremento del desempleo conformaron un cóctel explosivo que en el 2002 convirtió a la Argentina en el país que generó un tercio de los nuevos pobres de Latinoamérica. Para esa época, los argentinos que por décadas integraron la clase media ya se visualizaban a sí mismos como “nuevos pobres” o “pobres coyunturales”, en oposición a los “pobres estructurales” que son aquellos que siempre lo fueron. Estos nuevos pobres podían ser encontrados liderando asambleas barriales o integrando ferias del trueque para sobrevivir.
Y aunque el escenario no tiene hoy el nivel de dramatismo de los dos años anteriores no deja de ser complejo para la clase media, sobre todo por el desempleo que no cede. De hecho, de los 364.000 empleos nuevos que se crearon entre octubre del 2002 y mayo del 2003, sólo 290.000 fueron empleos genuinos; el resto provino de los planes Jefas y Jefes de Hogar. Tampoco parecen buenas las perspectivas a largo plazo. Si se mantienen los índices de desempleo y a ello se suma que los trabajadores con ingresos fijos sufrirían una reducción de su poder de compra debido a la mayor inflación esperada para el 2004, no sería aventurado decir que a la clase media le tocará otra vez la peor parte.
Tengamos en cuenta que el bienestar de la clase media depende más del crecimiento o el deterioro de la economía del país que de las políticas estatales de asistencia social, que en general le sirven más a los pobres estructurales.
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Posted by Alberdi & Urquiza to Capítulo I: El derrumbe de la Argentina at 10/02/2003 06:05:00 PM
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